Al Agua del Palo

A comienzos de diciembre conocí unos de los últimos bosques nativos que van quedando en Santiago.

Con mis papás y el Joaco fuimos al Agua del Palo, que es una quebrada que nace en la ladera sur del cerro Manquehue.

Estaba todo bien verde, lleno de quillayes, peumos, boldos, pataguas y litres.
Hasta vimos una culebra, pero se escondió rapidito debajo de unas rocas.

El nacimiento del estero estaba seco, que pena! Y con el calor que hacía.

Otro día fui a ver a la sisti. Se puso bien contenta.
Acá salimos la abuela, el nieto y los bisnietos.

Cerca de mi casa está el Parque de las Américas, es bien grande y tiene una laguna con patos. Lo inauguraron hace poco con una fiesta con juegos, música y animales, aunque lo que más me gustó fue la velocidad de mi cochecito.

El 16 de diciembre, por fin empecé a comer!
Ya estaba aburrida de tomar pura leche.

Mi primer menú incluyó una rica compota de manzana, pero comer con cuchara es muy difícil, así que terminé con manzana hasta en la cabeza.