El 1° de agosto estuvo de cumpleaños mi hermano Joaco.
Cumplió 16 años, que viejo! Cumplió 192 veces mi edad.
Como habrían visitas en la tarde, nadie me iba a pescar si me daba una pataleta, así que me dormí una siesta preventiva.

Lo malo es que fue un poco corta, porque al apagar la velas no hubo caso que cantara lo que correspondía.
Tal vez Joaquín me apretó mucho.

Acá está el Joaco con su torta.

Además habían hartas cosas ricas, pero los pesotes no me dejaron probar ninguna.

La primera en llegar fue la Rosario.

Y después llegó la Kiki con la tía Angélica y el tío Jorge.
Venían de la clínica, porque a la pobre Abue la habían internado.
El Pepe tampoco pudo venir porque andaba en Cuernavaca, México

También fueron mis abuelos Carmen y Fede.

Esa semana nevó harto en Santiago y todo quedó bien blanco, incluso acá en mi casa.
Hacía tanto frío, que aunque me puse una tenida top, me tuve que quedar igual encerrada.
Menos mal que tengo mi sillita, ja.
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