A mediados de agosto ya había pasado el cumpleaños de Joaquín,
de la tía Angélica, de Clemente y de la Kiki.
¿En qué me podría entretener entonces?

Menos mal que convencí a Joaquín de que me llevara al Manzano

No quería que fueran, pero igual me siguieron los viejos

Había llovido hace poco, así que la Sierra de Ramón estaba bien nevada.

Les parecen sobrias mis medias?

Nos encontramos este rocón para jugar a las lagartijas ...

... y no faltó la tierra para arrastrar la ropa.

Antes de irnos, Joaquín me hizo un balancín con este tronco.

Lo pasé super!

Me gustó tanto El Manzano, que regresé el fin de semana siguiente

Pero esta vez invité a unas amigas

Con Matilde y Paz jugamos toda la tarde.

Mientras Sebastián y Lucas se encargaban del asado ...

... mis papás tomaron sol y sacaron la vuelta.

Al sábado siguiente salimos a La Campana, para hacer el sendero "La Canasta".
Como se trata de una ruta de dificultad, no olvide el equipo técnico ...

... que me sirvió para escalar ...

... y abrir nuevas rutas ...

... para sortear los rápidos ...

... aguantar al pesado de mi papá ...

... y escapar de las bestias del bosque.

Después de tantos azares, imposible decirle no a un botellón de reserva.