Me aburrí de mirar por la ventana del departamento,
así que organicé una salida a los cerros.

Como primer apronte nos fuimos al Manquehuito, donde estrené mi mochila de paseo.
¿Qué tal mi montura?

Lo malo es que empezó a cubrirse todo de nubes
y el frío nos hizo regresar antes de la cumbre.

Después del agotador intento, una siesta es lo que necesitaba.

Para reponer fuerzas nos fuimos a comer rellenitos donde la sisti

Al fin de semana siguiente volvimos al cerro.
Esta vez estaba decidida a lograr la cumbre!

Nos fuimos por la ruta más comprometida ...

Pero conquistamos mi primer cerro, ja!
El Manquehuito de 1.300m y buena vista a los Andes

El día del padre lo celebramos con mi abuelo Carlos en un restorán Mexicano.
Atrás se ve Joaxcotl atacando unos tacos.

Como no hay primera sin segunda, salimos rumbo al cerro la Campana, en la cordillera de la costa.

El camino es lindo, lleno de árboles

Pero lo mejor fue un riachuelo que me encontré.

Tocar el agua es muy divertido ...

¿por qué no me dejaron tirarme de cabeza?

La parada en el agua fue muy larga, por lo que no nos dio el tiempo de seguir hasta arriba.
Un poco más allá nos despedimos de la cumbre.

Total, con unas buenas empanadas en la plaza de Olmué nos olvidamos de la derrota.